Era todo incertidumbre, y para colmo, la persona responsable de la obra no ofrecía muchas garantías. En chiste, entre nosotros decíamos: "si llega a hacer la mitad, nos conformamos".
Fue premonitorio. Literalmente, el hombre dejó la casa a medio hacer. Así que encaramos por nuestra cuenta la segunda mitad de la construcción. También fue necesario arreglar varios defectos en la primera mitad… haciéndolo, aprendimos MUCHO para las construcciones que vinieron después.
La casa quedó perfecta y es la casa donde aún vivo.
Nos propusimos aprender todo sobre Steel Frame y para eso fuimos a capacitarnos con la gente de Barbieri, los que más sabían de esto.
Un par de años más tarde, ya estábamos construyendo con equipo propio.
Los primeros clientes llegaron por curiosidad; los siguientes, por recomendación, y cuando caímos en la cuenta, la aventura se había transformado en Home Steel.
Hoy dirigimos un equipo de 30 personas.
Todos ponen lo mejor de sí en cada proyecto, y ese es nuestro mayor valor.
Nuestro sueño es seguir mejorando constantemente, hacer un gran trabajo construyendo tu casa y que el resultado final nos enorgullezca a todos.